lunes, 8 de marzo de 2010

Martillazos literarios


Una de las mejores opiniones que recibí sobre El monstruo fue: "Al menos ya no estás dando martillazos literarios". (Nota a parte: Me encanta cuando los venenosillos no se dan cuenta que en realidad están siendo bastante obvios.) Soy demasiado pudoroso como para enseñar esos martillazos, pero creo que los siguientes ejemplos (ajenos) pueden servir para que se den una idea:

"(...) El placer, el bendito placer mezclado con amor y con alcohol. Había terminado dormitando abrazada a su cintura y con la cabeza apoyada en sus pechos blandos como almohadas. Abrí los ojos y… Por la reconcha su… Ella no recordaba absolutamente nada y yo me había maldecido por haber comprado ese vino tinto que a mí tanto me excitaba y a ella tanto la aletargaba… ¡Maldita sea el vino borgoña Queirolo, maldito sea!... Entonces, se lo había contado todo mirándola a los ojos verdes y añadiendo que yo estaba enamorada. Ella me miró extrañada y me dijo… Chéire , jamás te podría ver en el sentido amoroso porque tú eres como mi hermana… Plop. ¿Tenía que hablar en francés? El francés me enternece, me excita. Levanté una ceja… ¿De cuando acá haces el amor con tu hermana?... Me pregunté, pero guardé silencio. A pesar de que ella era bisexual, con ese argumento me había negado la posibilidad de que yo siquiera intentara enamorarla. Entonces, me levanté, tomé mi ropa y me fui antes de que los ojos castaños se me inundaran en lágrimas… Me había rechazado, chérie, y yo enamorada, muy enamorada… ¡Puta madre!"

Prefiero no poner el nombre de la autora. Pueden encontrar el cuento completo si goglean alguna parte del texto de arriba. Acá otro ejemplo, tomado de Edmundo Paz Soldán, sobre "La humillación" de Roth:

"En The Humbling parecen haberle entrado dudas, y por ello necesita reforzar ciertas frases con signos de admiración, como para hacerle ver al lector que lo que está narrando es importante: 'Everything he wanted, she was preventing him from having!' 'No, he would not be defeated by these two mediocrities. He would not be a boy overcome by her parents!'"

En estos casos el martillazo parece dado por la inseguridad del autor, como cuando un actor cómico no está seguro de que lo que dijo tuvo el efecto que él buscaba y se ríe para señalar que acaba de hacer un chiste. Lo que yo quería hacer con mis martillazos se parecía más a la primera escena de Caracter, cuando el protagonista se lanza sobre sobre su padre. No he visto algo parecido en literatura. Si alguien tiene un ejemplo de un martillazo que sí funciona, por favor déjelo en los comentarios. Sospecho que no se puede porque los cuentos funcionan como los chistes (de eso hablo otro día), o tal vez es que no he encontrado el modelo adecuado.